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Reflexiones de un periodista sobre su profesión

El escritor y periodista Jöel López Astorkiza analiza en esta entrevista la situación de su profesión, las posibles alternativas y soluciones a los problemas que padece y su opinión sobre el futuro del llamado Cuarto Poder.

¿En el periodismo de hoy es ya algo inasumible crear un medio cuya difusión sea en papel?

Sí. Pero creo que eso es algo positivo porque hay otros medios para informar y llegar a la gente. Cuando yo salí de la facultad si querías montar un fanzine era muy caro desde el principio. Ahora no. Ahora con ganas, frescura y vocación en el oficio se puede hacer un producto muy digno como es Indiscretos.

Uno de los males del periodismo y de cada vez más gremios es la precariedad, se oyen casos sangrantes de becarios haciendo el trabajo de profesionales por casi nada, de corresponsales de guerra que viajan de su bolsillo a lugares en conflicto, despidos masivos en grandes medios de comunicación, ¿Nada volverá a ser como fue en el periodismo? ¿Toca reinventarse continuamente o nada de lo que se haga evitará la continua decadencia?

Desde luego que ya nada volverá a ser como antes. Pero insisto en ver en todo esto un lado positivo. Cuando hablo con la redacción de Indiscretos les digo que han hecho lo más difícil. Se han puesto en marcha. Hoy en día el que quiera hacer periodismo con independencia y calidad tiene que hacerlo él mismo. Indiscretos es una iniciativa joven pero no es la única. Los masivos despidos en grandes medios de comunicación han hecho despertar a profesionales con mucha experiencia. InfoLibre, diario.es, JotDown, Mongolia…son medios nacidos en Internet, algunos han saltado al papel por el tipo de público al que se dirigen, y que han crecido en Internet. Eso es bueno, muy bueno. Y en esa senda está Indiscretos.

Esta precariedad en las condiciones laborales ha devenido por desgracia en un deterioro de la calidad con la que se desarrollan las noticias. El círculo vicioso parece claro, ¿no es posible hacer las cosas de otra manera o el mercado aprieta tanto que no deja margen alguno para tratar de añadir calidad y reflexión a los contenidos de los medios de comunicación en general?

En parte te he contestado en la pregunta anterior. Precisamente se está tendiendo a crear medios donde los textos largos, reflexivos y especializados son los protagonistas. La gente cada vez se fia menos de los grandes medios y busca medios concretos y de calidad para informarse. Yo creo que esa es una veta muy importante que el periodismo y los periodistas debemos explorar. Dejar de usar ese argumento de: “Es que mi medio no me deja informar de esto” o “no tengo espacio ni medios para escribir esa historia” como una excusa y usarlo como punto de partida para crear medios de calidad y contenido.

Otro de los males de la profesión es el excesivo periodismo de trincheras, especialmente en temas que tocan la vida política. Muchos periodistas parecen más portavoces de partidos políticos que informantes de la realidad e intentar desmarcarse de esta tendencia cada vez más acusada y tener criterio propio ante unos hechos o declaraciones parece una actitud condenada a la melancolía, ¿cómo os veis ante los grandes medios de comunicación que parecen estar más orientados a defender unos intereses concretos que a la simple información?

Yo hablo como colaborador pero lo mejor que tiene Indiscretos es que nace sin ataduras. La mayoría son gente recién salida de la facultad y el sentimiento que les ha unido es el de escribir y hacer periodismo a partir de preguntas que ellos mismos se hacen. Desde ese punto de partida es difícil caer en trincheras.

Las redes sociales, ¿han ayudado o han perjudicado a los medios de comunicación? Se alaba eso de la inmediatez con la que la información fluye por ejemplo en Twitter, aunque lo que por ahí circula es casi tantas veces falso como verdadero. Es una opinión personal, pero creo que los periodistas no se reivindican lo suficiente como los verdaderos garantes de la información veraz siendo ese el mayor de sus valores.

En parte estoy de acuerdo contigo. Iñaki Gabilondo lo expresa de una manera muy gráfica. Dice que los periodistas no hemos sabido poner unas líneas rojas bajo las que nos neguemos a trabajar. Nos hemos quedado mirando a los cachivaches mientras la información y nuestros puestos de trabajo se deterioraban por momentos. Eso es un fallo nuestro. Hemos dejado que la gente piense que periodista puede ser cualquiera que tenga un smartphone. Y no. De la misma manera que cualquiera que tenga una tirita y una gasa no es un médico. Y el peligro de esta banalización del hecho de informar es que si no exigimos medios de calidad, con periodistas de calidad, la Democracia desaparece. Así de sencillo.
¿Puede que esta situación de profunda crisis tenga un lado bueno y haga que mucho del intrusismo que el periodismo ha sufrido en los últimos tiempos desaparezca y prevalezcan en el sector aquellos que tienen al periodismo como su vocación?

Hay intrusismo no tanto porque la gente entre en la profesión sino porque la profesión ha abierto las compuertas y como decía antes, se ha banalizado el ejercicio de la profesión. No sé si la crisis vendrá bien para la lucha del intrusismo porque ahora tenemos Internet y las redes sociales. Lo que tenemos que hacer es prestigiar el periodismo y convencer a la sociedad de que necesitan buen periodismo para que no les engañen.

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